Separados con apenas seis semanas de edad, se sometieron a un procedimiento inmensamente peligroso. La semana pasada, Jannat y Zainab Rahman, las encantadoras gemelas que residen en el Reino Unido, conmemoraron con alegría su cumpleaños número 16.
“Era un espectáculo lejano. En aquel entonces, ni siquiera podía imaginar este día. Y ahora, mirarlos, es realmente asombroso. Ellos han tenido las peores probabilidades”, dijo la madre de las gemelas. Los médicos no ocultaron a los padres que las posibilidades de una separación exitosa y una vida normal para los recién nacidos Jannat y Zainab eran muy escasas. Pero aprovecharon la oportunidad y ahora están increíblemente orgullosos de sus hermosas hijas.
Su padre, Luther, director de desarrollo empresarial, habló de sus hijas: “Soy el padre más feliz del mundo. Cuando veo a estos dos, siento que Dios me ha regalado algo extraordinario. Lo apreciamos todos los días. ¡Y estamos muy orgullosos de ellos!
La información sobre las gemelas que eran siamesas llegó a sus padres durante la primera ecografía en 2002, cuando los médicos aconsejaron a Nita Rahman que considerara el aborto. “Pero dijimos, no importa quiénes sean, son nuestros hijos. Dijeron que ambos tenían una probabilidad entre un millón de sobrevivir. Y si sobrevivían, existía la posibilidad de que uno de los niños perdiera una extremidad o tuviese alguna enfermedad. Afortunadamente, el órgano que comparten, el hígado, que era su principal arma, es el único órgano que puede regenerarse. Estaban más preocupados por Jannat. Dijeron que sus posibilidades de supervivencia eran muy escasas. Jannat tenía un agujero en el corazón”.
Después de la separación, Jannat fue a la unidad de cuidados especiales para someterse a cirugías adicionales. Durante este tiempo, Zainab se sintió incómoda sin su hermana a su lado, negándose a comer y sin poder dormir. “Al principio, no podíamos entender cuál era el problema. Pero entonces, a una de las enfermeras se le ocurrió una idea y trajo un espejo. Y de repente, Zainab empezó a mirar su propio reflejo y sonrió. Ella volvió a ser feliz”.
Las chicas no han estado separadas desde hace más de un día. Ellos son mejores amigos. Pero pronto tendrán que separarse porque tienen diferentes planes para el futuro y asistirán a diferentes universidades. Zainab planea estudiar en Cambridge para convertirse en pediatra, mientras que Jannat planea ir a Oxford para convertirse en pediatra. Ahora son estudiantes de alto rendimiento en una escuela del este de Londres.
A pesar de su separación inesperada, Jannat y Zainab permanecieron inseparables durante más de un día. Su vínculo como hermanas y mejores amigas se hizo más fuerte a medida que enfrentaron los problemas y las incertidumbres de su viaje turbulento. Se apoyaron mutuamente durante innumerables cirugías, procedimientos médicos y altibajos emocionales.
A medida que se destacaron académicamente, Jannat y Zainab se convirtieron en grandes modelos dentro de su escuela. Su resiliencia y determinación inspiraron a sus compañeros, profesores e incluso a los profesionales médicos que habían desempeñado un papel importante en sus vidas. La historia de los gemelos se difundió y capturó los corazones de personas de todas partes del mundo, que admiraban su fuerza y su espíritu inquebrantable.
El día de su separación marcó un nuevo capítulo en sus vidas. Con emociones encontradas, se despidieron de los pasillos familiares de su escuela y se embarcaron en sus caminos ideales. Zainab partió hacia Cambridge, ansiosa por perseguir su sueño de convertirse en pediatra. Su pasión por ayudar a los demás, especialmente a los niños, impulsó su deseo de marcar la diferencia en el campo de la medicina.
Mientras tanto, Jannat se aventuró a Oxford, impulsada por su determinación de convertirse en abogada y defensora de aquellos que no podían hablar por sí mismos. Poseía un gran intelecto y un compromiso inquebrantable con la justicia, rasgos que le serían de gran utilidad en sus proyectos futuros.
Aunque físicamente separadas, Jannat y Zainab permanecieron conectadas a través de su inquebrantable vínculo fraternal. Continuaron apoyándose mutuamente desde la distancia, intercambiando mensajes de aliento y celebrando los logros de cada uno. A pesar de los desafíos de estar separados, encontraron consuelo al saber que sus experiencias compartidas los habían convertido en las personas extraordinarias en las que se habían convertido.
Pasaron los años y Jannat y Zainab prosperaron en sus respectivos campos. La compasión y la experiencia de Zainab en medicina pediátrica le valieron el reconocimiento como una especialista líder, mientras que la mente inteligente y la dedicación a la justicia social de Jannat la previeron para convertirse en una defensora de renombre.
Su reencuentro en una reunión familiar fue un momento lleno de alegría y nostalgia. Se maravillaron de lo mucho que habían crecido y del impacto que habían logrado en los caminos elegidos. Sus padres, rebosantes de orgullo, vieron a sus hijas como una prueba viviente de que la resiliencia, el amor y el apoyo inquebrantable podían superar incluso las dificultades más difíciles.
Hoy, Jannat y Zainab están uno al lado del otro, unidos no sólo por el bien sino también por un vínculo inquebrantable forjado a través de la adversidad. Su viaje como gemelas, una vez marcado por la confianza, se ha transformado en un testimonio de fuerza, determinación y el poder de la hermandad. Su historia sigue inspirando a otros y sirve como ejemplo de que ningún obstáculo es insuperable cuando se enfrenta con un coraje y un amor inquebrantables.
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